El equilibrio de la piel

El conocimiento científico puede ayudarnos a entender el comportamiento de la piel, a sintonizarnos con sus cambios y a restablecer el equilibrio.

Las capas de la piel

La piel conserva las sustancias químicas y los nutrientes del cuerpo, al tiempo que evita el ingreso de sustancias peligrosas en el organismo y actúa como escudo que lo protege de los rayos ultravioletas emitidos por el sol. Asimismo, su color, textura y pliegues contribuyen a identificar las características individuales. Cualquier alteración en el funcionamiento o el aspecto de la piel pueden tener consecuencias importantes en la salud física y mental.

Nuestra piel está compuesta por tres capas primarias: la hipodermis, la dermis y la epidermis. La hipodermis o tejido subcutáneo es la capa más profunda; contiene tejido graso que sirve para aislar el cuerpo de temperaturas extremas y almacenar energía. El tejido subcutáneo contiene la mitad de toda la grasa corporal, además de tejido conectivo suelto, mediante el cual se adhiere a los músculos y huesos subyacentes. La dermis constituye la capa intermedia; está conformada por tejido conectivo denso que proporciona estructura y contiene glándulas sebáceas, glándulas sudoríparas, folículos pilosos, nervios y vasos sanguíneos. Además, la dermis contiene una proteína llamada colágeno, que brinda flexibilidad y resistencia a la piel. Por último, la epidermis es la capa externa de la piel y es la más delgada de las tres.

La epidermis

La mayoría de los productos dirigidos al cuidado de la piel se enfocan y se formulan para abordar las necesidades de la epidermis. Ésta se divide en varias capas. Hoy nos centraremos en el estrato córneo y el manto hidrolipídico.

Estrato córneo 

El estrato córneo está compuesto por corneocitos —células planas y muertas compuestas en gran parte por una proteína, la queratina—; éstos se ubican en una matriz lipídica y constituyen la barrera principal de la piel. Las células de las capas más internas de la epidermis viajan hacia arriba, o hacia el exterior, hasta alcanzar el estrato córneo, donde las células muertas se desprenden mediante el proceso de descamación.

Manto hidrolipídico

El manto hidrolipídico opera como una barrera externa; está compuesto por agua, sudor y sebo rico en lípidos. Aunque invisible a simple vista, cubre toda la superficie de la piel, protegiendo al estrato córneo de la acción de bacterias y sustancias exógenas. Además, contribuye a mantener la flexibilidad de la piel pues retiene humedad.

La película hidrolipídica puede verse afectada por el proceso de envejecimiento biológico o por una “limpieza excesiva”; mantener esta capa en condiciones saludables ayuda a reducir la pérdida de agua transepidérmica y mejora los niveles generales de hidratación de la piel.

La pérdida de agua transepidérmica

Como sabemos, más del 70% del contenido de nuestra piel es agua, lo que sugiere que requiere una hidratación abundante. Nuestro cuerpo pierde humedad de manera constante, durante el proceso de pérdida de agua transpidérmica, esto es, la evaporación del agua en la superficie de la piel. Si bien este proceso es regulado naturalmente por el cuerpo, en ocasiones puede verse afectado por factores ambientales y biológicos, así como por nuestros hábitos de cuidado de la piel y nutrición. Ello explica la sequedad y la deshidratación de la piel y por qué son preocupaciones tan comunes.

Prevención de la pérdida de humedad

Los ambientes de baja humedad o la limpieza excesiva pueden dar lugar a una piel seca, escamosa, irregular o sin brillo, así como a incómodas sensaciones de tirantez o picor. Cuando esto sea resultado de la deshidratación, recomendamos aplicar un enfoque doble: el uso de formulaciones ricas en ingredientes humectantes, que atraen agua hacia la superficie, y de ingredientes emolientes, que respaldan la función de barrera y previenen la pérdida de humedad. Éstos pueden ayudar a suavizar la piel y restaurar la hidratación. Tomar una cantidad generosa de agua completará este enfoque tópico.

Finalmente, te recomendamos nuestro aceite facial equilibrante que te ayudará a regular la producción de grasa en la piel, le dará elasticidad y la humectará para que luzca sana y radiante.

  [TU PIEL ESTÁ EN LAS MEJORES MANOS.]

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